III CONGRESO DE COMUNICACIÓN POLÍTICA Y ESTRATEGIAS DE CAMPAÑA organizado por ALICE

La Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales (ALICE) ya trabaja en la organización del III Congreso de Comunicación Política y Estrategias de Campaña que, bajo el lema Marketing Político, Estrategias Globales en Escenarios Locales y Regionales, tendrá lugar del 24 al 27 de septiembre en Santiago de Compostela. Os dejamos el texto de presentación de dicho congreso publicado por ALICE.

“Componer no es difícil, lo complicado es dejar caer bajo la mesa las notas superfluas.” Johannes Brahms 

En todo escenario, la comunicación necesita de palabras y silencios, de gestos y suspenses quedos. En todo escenario, comunicar es ir más allá de las ideas, de la lógica, de reglas y convenciones. Comunicar es conectar con el auditorio traspasando los límites de la razón, expresando una afinada melodía de emociones. Es sumergirse en los deseos del otro, ahogarse en sus temores, emerger sobre sus ideales; y nadar juntos a través de ilusiones y esperanzas compartidas por un futuro en común.

Para comunicar, definitivamente, necesitamos de una música: la partitura sabiamente trazada para que sus notas nos guíen a través de las formas con que miramos el mundo, con que interpretamos la realidad, porque la música nos persuade de que somos distintos de lo que creemos ser.

La comunicación política es esa sinfonía a la que el marketing aporta sus instrumentos. No existe una sinfonía maestra, como no existe en marketing político una flauta mágica. La música de cada candidato es única, potencialmente perfecta en sí, que no baila al son de la melodía del oponente, porque tiene la suya propia. El marketing político nos permite interpretar las emociones y necesidades de los electores para alzarse, cual batuta, logrando un apoteósico momento de coordinación instrumental.

Así como la música, la comunicación política cambia constantemente, su estudio no acaba nunca, lo que exaltó a los de ayer, mañana dejará un reguero de impasibles. Pues sólo se comprende la música con la cultura del hoy, solo se consigue una perfecta comunicación sumergidos en la investigación del presente.


Si la música es el arte del buen combinar los sonidos en el tiempo, la comunicación política es el arte de combinar al tiempo los sonidos y silencios de nuestro futuro. Y para ello el marketing político tensa las cuerdas.