Los 60s: DESARROLLO, CAMBIO y CONFLICTO

Texto académico de PREGUNTA CORTA en Prueba Presencial
Historia Política y Social Contemporánea de España
(Grado de Ciencia Política y de la Administración -UNED).
Los años 60 del siglo XX: desarrollo, cambio y conflicTO.

Después de la reforma administrativa y del Plan de Estabilización de 1959, la economía española estaba preparada para un crecimiento intenso y sostenido. A partir de 1964 y desde unos ministerios económicos liderados por los tecnócratas, se impulsaron tres Planes de Desarrollo con los que se logró: (a) Crecimiento económico sin precedentes [1]; (b) Cambios permanentes en la estructura industrial; (c) Otra distribución territorial [2]; (d) Sociedad industrial diversificada (con flujos de capital y transferencias de divisas) en coexisten la tradicional producción de bienes de consumo con la de bienes intermedios y de inversión. Esta industrialización indujo a una reorganización social en forma de movimientos de población también sin precedentes: 2 MH protagonizan un primer gran flujo migratorio al extranjero [3] y después, en el entorno de la emigración interior, más de 4,5 MH protagonizan un éxodo rural  interprovincial (que reforzó el peso demográfico del triángulo Madrid-Barcelona-Bilbao [4]). Gestándose los primeros balbuceos de la sociedad de consumo con la irrupción de una nueva clase social media, esta redistribución poblacional trajo consigo una nueva: (a) Composición de la Población Activa [5]; (b) Transformación Urbana (pasándose de la chabola y el realquiler a la VPO); (c) Clase Obrera [6], (d)  Crecimiento y Composición de las Clases Medias, definitivamente incorporadas a la empresa capitalista y al Estado; (e) Rápido Proceso de Secularización Social [7]. En un contexto en el que los partidos políticos continuaban prohibidos [8] y una libertad de prensa constreñida, esta reorganización social generó una conflictividad social caracterizada por un cambio de cultura política [9], los pactos entre oposición (exterior) y disidencia (interior) para la construcción de un proceso constituyente democrático [10] y las movilizaciones de estudiantes universitarios. La respuesta del gobierno fue endurecer las medidas represivas y fortalecer la institucionalización del Régimen [11].



[1] Entre 1960 y 1974, la industria multiplicó su producto por 3,74, acreditando una tasa de crecimiento del 11,1% anual.
[2] Más allá de los tradicionales límites geográficos de localización industrial (Madrid, Barcelona y Bilbao).
[3] El primer gran flujo migratorio (alrededor de 2 MH) se encaminó a Francia, Alemania y Suiza. Entre 1960 y 1974, sus remesas directas y transferencias superaron los 7.000 M$.
[4] La concentración de población en núcleos urbanos se incrementó en un 30%.
[5] En los años 50 y 60, más de 3 MH de activos agrarios abandonaron la agricultura. Esta abundante mano de obra rural fue un factor decisivo para lograr las tasas de crecimiento económico registradas, si bien aceleró el fin de la agricultura tradicional dando pie a una producción agrícola altamente competitiva en los mercados exteriores
[6] La industrialización permitió la transformación de jornaleros/peones en obreros cualificados con la subsiguiente movilidad social ascendente. Trabajo fijo, vivienda de propiedad y escolarización fue la triada que permitió la aparición de una clase obrera cualificada de ámbito nacional, que se acerca a los sindicatos ilegales para negociar los convenios colectivos
[7] Derivado de un incremento del nivel educativo e intercambio cultural con el exterior, un acceso al consumo de bienes duraderos y una creciente movilización social por la libertad democrática.
[8] Su existencia constituía un delito tipificado en el Código Penal. Los derechos de asociación y reunión no podían ejercerse sino en asociaciones pertenecientes al Movimiento. Los responsables de la convocatoria de huelgas eran juzgados.
[9] La clase media experimentó un cambio de cultura política en la que muchos hijos de los vencedores optaron por la democracia.
[10] Los contactos y pactos entre opositores y disidentes fueron necesarios para construir un proceso constituyente enfocado en una democracia equiparable a los Estados de la Europa Occidental. Estos contactos se multiplicaron, dando pie al Coloquio de Munich de 1962.
[11] Aprobando las últimas Leyes Fundamentales (Ley Orgánica del Estado y la Ley de Sucesión, designándose en 1969 a Juan Carlos de Borbón como sucesor de Franco).

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