LA ESTRATEGIA DE OCÉANO AZUL Y POSICIONAMIENTO POLÍTICO: EL OCÉANO MAGENTA DE UPyD EN ESPAÑA (4 de 7)

En Ciencia Política existe cierta tradición en el uso de analogías empresariales. En este sentido, puede citarse el liderazgo plebiscitario (Weber, 1919) desde el que la política es concebida como un mercado formado por empresas (partidos políticos) y empresarios (líderes políticos) que intercambian diferentes opciones políticas por el voto del mercado electoral (Downs, 1957). Contextualizándonos en esta analogía entre la lógica empresarial de los mercados de productos y servicios y la lógica política del mercado electoral, ¿cuál es la diferencia entre un océano rojo y un océano azul? O si se prefiere, ¿cuál es la diferencia entre una ROS y una BOS? 

Los océanos rojos representan todas las opciones políticas y electorales existentes en unas coordenadas espacio-temporales y por tanto, conforman el espacio conocido del mercado electoral. En este entorno, las fronteras de los partidos políticos están definidas y aceptadas en el espectro esbozado por el EID. En esta lógica de acción política y adoptando estrategias ROS, los partidos políticos tratan de superar a sus rivales llevándose el mayor número de votos posible. Como consecuencia, conforme se satura el espacio electoral del mercado político, se reducen las perspectivas de crecimiento electoral y representatividad institucional. Junto a estos océanos rojos y normalmente emergiendo de ellos al ampliar las fronteras de las opciones existentes, existen los océanos azules que representan aquellas alternativas políticas y electorales que aún no forman parte del abanico de alternativas electorales en unas coordenadas espacio-temporales. Por consiguiente, se trata de unos espacios desconocidos del mercado electoral, todavía no aprovechados para la creación de demanda política y la generación de oportunidades de crecimiento electoral altamente rentable.

Como se ha visto, en los años de bipolaridad alternada entre PP y PSOE han prevalecido las estrategias políticas ROS caracterizadas por unas fronteras electorales claramente definidas y una fuerte competencia electoral por absorber la mayor participación posible de la demanda no abstencionista disponible. Al saturar el espacio electoral, estos factores han reducido las perspectivas de crecimiento y aumentado sus dificultades para mantener su equilibrio electoral. Así pues, desde las elecciones generales de 1989 se ha generado un escenario electoral altamente bipolarizado y marcado por una tendencia decreciente de cuota electoral del PSOE y una complementaria tendencia creciente de la cuota electoral del PP, en forma de óptimo de Pareto en el que uno de ellos no puede mejorar (incrementar su cuota electoral) sin que el otro empeore (decrementar su cuota electoral), esto es, en una lógica de suma cero. Este espacio electoral se ha visto modificado durante la primera década de este siglo XXI por la irrupción de una tendencia a la reactivación del centro ideológico y político. Si a mediados del año de 2006 se asistió en Cataluña al nacimiento de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía, en septiembre de 2007 asistimos a la fundación de UPyD en el ámbito nacional. Así pues, alternativamente las ROS aludidas, en y desde este escenario competitivo que han propiciado, se articularon estrategias políticas BOS capaces de detectar espacios desconocidos del mercado electoral al ampliar sus fronteras y crear nuevas demandas y oportunidades de confiabilidad y representatividad. Evitando océanos rojos delimitados por las ROS predominantes de los PAE y PANE mayoritarios, UPyD ha conseguido superar estas fronteras creando su océano magenta. En su mercado electoral, UPyD se ha posicionado y diferenciado estratégicamente en el EID, creando nuevos espacios de acción política a través de la innovación en valor para atraer voto flotante. Redefiniendo el valor para sus votantes, ha diseñado una nueva curva de valor electoral que, eliminando, reduciendo o aumentando algunos factores de voto conocidos, han creado otros nuevos. ¿Resultado? UPyD se ha situado actualmente como cuarta fuerza política nacional en número de votos.


Si atendemos a los resultados electorales arrojados por las elecciones generales de 2004, el EID del 91,01% del voto emitido estaba conformado por tres partidos políticos en posiciones moderadas (PSOE en las posiciones 3 y 4 y PP y CIU en las posiciones 7 y 8) y dos formaciones políticas en posiciones menos moderadas (IU y ERC en las posiciones 1 y 2). En esta cita electoral, el umbral electoral de pertenencia a este grupo de las cinco primeras formaciones políticas en número de votos lo fijó ERC en los 600.000 votos. Así pues, en este escenario, aparecía un océano azul en las posiciones de centro (posiciones 5 y 6). Posteriormente y considerando los resultados electorales de las elecciones generales de 2008, el EID del 91,8% del voto emitido estaba conformado por los mismos tres partidos políticos ubicados en posiciones moderadas y una única formación política en posiciones menos moderadas (IU en las posiciones 1 y 2). ¿Cuál fue la quinta fuerza política en número de votos? UPyD. En su primera participación en unas elecciones generales y ocupando las posiciones centrales (5 y 6), UPyD fijó el umbral de pertenencia en el grupo de las cinco primeras formaciones políticas en número de votos en 306.079 votos. Así pues, UPyD ocupó el océano azul del centro político nacional con una cuota electoral del 1,19%.


Tres años después y considerando el 89,19% del voto emitido, el 20N dibujó un EID conformado por las mismas fuerzas políticas y mismas posiciones que en 2008. ¿Variaciones? Tan sólo en la prelación del número de votos captados: mientras el PSOE cedía la primera posición al PP, una consolidada UPyD se hacía con la cuarta posición en detrimento de CIU, la cual fijó el umbral de pertenencia a este grupo de las cinco formaciones más votadas por encima del millón de votos. Así pues, tres años después de conseguir un único escaño, UPyD parecía consolidarse en sus posiciones centristas captando 1.140.242 votos, cifra que representó una cuota electoral del 4,70% (es decir, casi cuadriplicando la obtenida en 2008) y se tradujo en cinco escaños.



Además de situarla como cuarta fuerza política a nivel nacional en número absoluto de votos, estos resultados electorales equivalían al 6,39% de los votos logrados conjuntamente por el binomio PP-PSOE, porcentaje no obtenido por una formación política de centro desde principios de la década de los años ochenta del siglo pasado. Haciendo comparaciones interpares con cada una de las tres formaciones políticas que le superaron en número de votos, la cuota electoral de UPyD derivada del 20N representa el 14,32% del voto captado por el PP, el 22,22% del voto captado por el PSOE y el 67,80% del voto captado por IU. 


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