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TRABAJO POLÍTICO EN EQUIPO: 2 + 2 = 5 Y EQUIPOS RSD (RESULTADOS-SATISFACCIÓN-DESARROLLO)

Cuando cuatro personas tiran de una cuerda, en lugar de cuadriplicar la fuerza ejercida por cada una de ellas, apenas la duplican. Y cuando se trata de ocho personas, la ratio desciende por debajo del 25% del esfuerzo individual. Y es que, al decir de algunos, el trabajo en equipo es esencial porque… ¡siempre permite culpar a otro! 

A la vista de las reacciones institucionales de los partidos políticos ante los casos de corrupción y fraude que les salpican, este planteamiento parece resultar aplicable a la Vieja Política conocida hasta la fecha. No obstante y dado que ponerse de perfil no contribuye a soluciona ni mejorar, una Nueva Política Confiable debería erradicar el planteamiento constatado empíricamente por el efecto Ringelmann, sustituyéndolo por aquél otro que ubique el trabajo político en equipo en el núcleo del rendimiento político corporativo y, con ello, se permita la creación y desarrollo de Equipos de Trabajo de Alto Rendimiento [ETAR]. Y, en la medida que trabajar en Política es hacerlo en equipo, dada la creciente e ineludible interdependencia de los actuales procesos de actuación política, la relevancia de la cuestión no es menor. O, al menos, así parecen constatarlo los millones de integrantes movilizados por la maquinaria electoral demócrata liderada por Axelrod & Messina que, desde La Cueva, permitió a Obama detectar con precisión, sentado en la Roosevelt Room, a 29.000 electores indecisos que finalmente inclinarían la balanza de un Swing State clave como Ohio. 


Pero, ¿cuáles son las claves de funcionamiento que singularizan a un ETAR como tal en el ámbito político? Básicamente y como tipo ideal weberiano, pueden resumirse en 4Cs: cooptación, colaboración, cooperación y coordinación. Dotando al equipo político de autonomía y fomentando su responsabilización, la cooptación dotaría al grupo [aún no equipo] de un sistema de organización mediante el que los actores políticos asociados designarían internamente a sus miembros con independencia de criterios externos. El grupo de actores políticos así conformado, debería observar en su funcionamiento ordinario los principios de colaboración y cooperación. ¿Diferencia? Mientras los once jugadores de un equipo de fútbol colaboran para ganar el partido, portero y defensas cooperan para no encajar goles y los delanteros para marcarlos. Efectivamente, la distinción radica en la amplitud de los objetivos compartidos, toda vez que éstos forman parte de un (macro)objetivo común compartido y comunicado. Pero en Política, como deporte de contacto que se juega en equipo, el talento del delantero marca el gol de la victoria y el del portero evita el de la derrota. Y esta coordinación orienta al (ya) equipo hacia el make things happen que identifica oportunidades de actuación política y organiza los recursos para accionarlas. ¿Qué resultado se obtiene con estas 4 Cs? 

Esencialmente una visión compartida [hacia dónde] facilitadora de la cohesión suficiente para transformar en equipo político lo que inicialmente era un grupo de actores políticos. No obstante, esta visión compartida debe acompañarse de una estrategia [por dónde] adecuada que permita aprovechar las posibles sinergias sistémicas, en virtud de las que dos más dos pueden ser cinco: logrando que el todo resultante adquiera un valor superior al de la mera suma de sus partes componentes. Y en este puzzle del Political Team Building es ahora cuando adviene la pieza del líderazgo político, cuya principal función debe consistir en evitar que la fuerza de los actores políticos que estén tirando de la cuerda no se diluya a causa de una inadecuada confluencia de roles. Así pues, deberá gestionar el equipo político de trabajo en la dirección de clarificar roles, garantizar su aceptación y potenciar su cumplimiento, aumentando las probabilidades de evitar un aprendizaje acumulativo [2+2+2=6] y favorecer un aprendizaje asociativo [2+2+2=9]. La fluencia, influencia y confluencia de la praxis política de los actores políticos exige diseñar, comunicar y gestionar un Mapa de Roles que, consensuando percepciones, ex-traiga el mínimo común múltiplo de las opiniones del equipo, conduciéndole al consenso. En este contexto de trabajo convendría un líder político que ante lo que salga mal entone un «yo lo hice», un «nosotros lo hicimos» cuando salga bien y un «ustedes lo hicieron» cuando lo hecho sea excelente. 

Un equipo político de trabajo así gestionado tenderá a constituir un Equipo RSD, un equipo caracterizado por lograr Resultados obteniendo la Satisfacción de sus integrantes y el Desarrollo de los mismos, formando un Círculo Virtuoso retroalimentado y generador de eficiencia. El primer elemento de la triada [Resultados] se deriva del hecho que el trabajo en equipo es el combustible del vehículo del logro porque la división del trabajo permite multiplicar los resultados obtenidos. El segundo vértice [Satisfacción], en parte, consecuencia del anterior, permite evitar ese 20% de brain escape que existe debido a la incapacidad de ganar la voluntad de los colaboradores. No hay personas sin motivación, sólo actores políticos sin ella: nadie es apático salvo cuando persigue objetivos ajenos. ¿Cuáles son sus intereses? Logro, poder y pertenencia. ¿Y sus incentivos? Mejorar, decidir y vincularse. ¿Cómo vincular éstos con aquéllos? Dirigiendo racionalmente y liderando afectivamente. Como afirma el profesor Fernández Aguado, el mayor fuego enemigo de una organización siempre es el fuego amigo. Justamente el «cuerpo a tierra que vienen los nuestros» de Pío Cabanillas en tiempos de la transición española en la que la UCD liderada por Suárez padecía los devastadores efectos de la fractura corporativa de un partido que nunca logró ser más que una coalición electoral stricto sensu. De hecho y como promedio, el knowledge partner sólo entrega el 20% de su potencial de rendimiento. Lo que impide entregar el 80% restante es atribuible a la incompetencia percibida del superior jerárquico. Así pues y respecto al tercer y último elemento señalado [Desarrrollo], se constata la necesidad que todo integrante de un equipo político de trabajo tiene de crecer como consecuencia de su pertenencia al mismo. Y es que, en un ETAR, «nadie de nosotros es más importante que el resto de nosotros», haciendo buena la leyenda que daba la bienvenida a quien accedía al vestuario local del antiguo Boston Garden: «Las estrellas ganan partidos… y los equipos campeonatos».

COMUNICACIÓN POLÍTICA RESONANTE: HACIA EL ACTOR POLÍTICO COMUNICADO

«Sé que cree comprender lo que piensa que he dicho, pero no sé si recuerda que lo que ha oído no es lo que yo quería decir». ¿Por qué se produce esta cadena de disonancias comunicacionales? Porque lo que se quiso decir no es lo que se dijo; lo dicho no es lo que se oyó; lo oído no es lo que se escuchó; lo escuchado no es lo que se entendió; lo entendido no es lo que se retuvo y lo retenido no es lo que se aplicó. Esta tendencia congénita hacia la no-comunicación, frecuente en lo privado, se amplifica en lo público: el actor político interactúa con una amplia gama de interlocutores, canales y contextos que implican un amplio catálogo de barreras comunicacionales. Toda Comunicación Política tiene dos elementos comunes que incrementan su complejidad: (a) La necesidad de transmitir un mensaje resonante que elimine el gap entre el mensaje intencional codificado y el mensaje interpretado decodificado; y (b) El actor político argumenta lo opinable, persuade desde la Dialéctica (arte de dialogar argumentando) y la Retórica (arte del bien decir elocuente). Ubicado en la deliberación, no argumenta lo evidente, sino lo verosímil, lo plausible. Con su discurso, persuade para lograr la adhesión del receptor a las tesis presentadas para su asentimiento. Desde esta premisa, la Comunicación Política es la herramienta clave del actor político. Pero, ¿qué condiciones debe reunir para ser resonante? Estimular, movilizar y vincular la voluntad del Otro Político desde la atracción de un tono emocional no disonante y en un clima relacional positivo, favorable para la acción cooperativa en pro de un objetivo común. En definitiva, ser un referente preferente desde la diferencia deferente.  


Objetivos de la Comunicación Política Resonante como Competencia Política (según BeOK© Modelo de Competencia Política desarrollado por Jorge GUERRERO GARCÍA, 2012)

Para ser resonante, el actor político comunicado debe ser deferente, mostrarse respetuoso y (re)conocer al Otro Político desde una asertividad empática fundamentada en una sintonía simpática; desde una comprensión tolerante por la que se acerque a la subjetividad del Otro Político, aprehendiendo su cosmovisión desde su cosmoposición, experimentando su pensar/sentir para comprenderlo. Ser deferente exige saber que todo comunica y que lo que no se comunica, no existe: (a) Dado que todo comportamiento del actor político comunica y no existe el no comportamiento, es imposible no comunicar; y (b) Dado que al comunicarse, el actor político se expresa (y por tanto, intercambia sólo lo emitido), lo no expresado es silencio: la parte del actor político no comunicada no existe. ¿Barrera Comunicacional? Indiferencia del receptor cuando lo que se hace habla tan alto que no se oye lo que se dice.


A la izquierda, José Blanco durante la tercera reunión de alto nivel hispano-turca celebrada en Ankara y en la que se abordaron inversiones de multinacionales españolas en Turquía (Fuente: www.antena3.com  07-09-2011). A la derecha, el exMinistro de Fomento y exPortavoz del Gobierno de España durante la segunda Legislatura de Rodríguez Zapatero durante el Debate sobre el Estado de la Nación del pasado año (Fuente: www.abc.es 28-06-2011).

Para ser resonante, el actor político comunicado debe ser diferente, mostrando una singularidad auténtica e innovadora, reconocible y reconocida, notoria y memorable. ¿Cómo? Siendo competente en las dos modalidades comunicacionales (digital-verbal y analógica-no verbal), siendo competente en lo que dice y en cómo lo dice. Mientras lo verbal define el contenido (significado de las palabras), lo no verbal define lo relacional (cómo el actor político proyecta su relación con el receptor, cómo aquél quiere ser entendido y cómo éste va a entender el mensaje). Y esto afecta al actor político… y a su entorno. Según diseñadores y estilistas, mientras Ann Romney, con el uniforme de diplomática de carrera que su clase social parece imponerle y su peinado de Barbie americana, representa la «ama de casa, esposa, madre y abuela» de clase alta que sólo satisface al Tea Party, Mrs. O, congruente con la filosofía demócrata, aparece como una profesional moderna, segura de sí misma y sin complejos, ejemplo para mujeres de muchas condiciones sociales. ¿Impacto en nuestra política hipermediatizada? Durante la media hora que se tardó en averiguar la firma del vestido con que apareció Michelle Obama en la convención demócrata se generaron… ¡28.000 tweets por minuto!

A la izquierda, Mrs. O durante su discurso en la Convención Demócrata celebrada el pasado 4 de Septiembre en Charlotte. A la derecha, Ann Romney durante su intervención en la Convención Republicana celebrada en Tampa el pasado 28 de Agosto (Fuente: www.theatlanticware.com  05-09-2011). Mientras aquélla aparece a menudo con prendas sin mangas, ésta cumple la premisa conservadora de no mostrar los brazos: ¿Nos sentimos mal con nuestros brazos como escribía recientemente Joyce Purnick en The New York Times?

Para ser resonante, el actor político comunicado debe ser referente, constituyéndose como modelo trasparente, reproducible, imitable y relevante en su mercado político. ¿Cómo? Puntuando semánticamente la secuencia de los hechos comunicados del mismo modo que el Otro Político. Si lo hace de modo diferente (desde un patrón comunicacional de causa-efecto) la escalada simétrica está servida. Al contrario, si se comunican desde una hermenéutica común (desde un patrón comunicacional cíclico en el que ambos modulan el intercambio) mensaje intencional y mensaje aplicado se unifican. Es esta sintonización de la realidad la que crea el marco de referencia que, superando la disonancia, configura un sistema comunicacional resonante. ¿Barrera Comunicacional? Desconfianza generada por una empatía falseada entre las dobleces de diferentes interpretaciones de la realidad. Porque el lenguaje construye socialmente la realidad, las cosas existen en función de cómo son nombradas: la construcción de relatos, además de expresar pensamiento político, lo forma. Para evitar que la ciudadanía experimente una realidad disonante con el mensaje institucional recibido, ser referente exige una dialéctica efectiva de políticas públicas y no una retórica edulcorada del discurso: hablar de crisis, rescate y recortes y no de crecimiento económico negativo, apoyo europeo o reformas y ajustes. Evitar desahucios, despidos colectivos, copagos sanitarios, subidas de impuestos y empobrecimiento en lugar de tolerar activos tóxicos, expedientes de regulación de empleo, tiques moderadores sanitarios, recargos temporales de solidaridad o devaluación competitiva de salarios.
Por último, para ser resonante el actor político comunicado debe ser preferente, constituyéndose en alternativa política de valor, congruente, prioritaria entre las disponibles, acreedora de la confianza del Otro Político. ¿Cómo? Tendiendo a establecer intercambios comunicacionales simétricos (basados en la interacción entre iguales legítimos con distinto rol político) y no complementarios (basados en la diferencia, en el dominio consentido del actor político desde la pasividad de un electorado en proceso de indefensión aprendida). ¿Barrera Comunicacional? Esperar un interacción comunicativa complementaria y recibirla simétrica. ¿Solución? Desde la coherencia entre lo pensado, lo dicho y lo hecho, arbitrar verdaderos procesos de escucha activa e interacción con el ciudadano que sirvan como termómetro de los biorritmos de la opinión pública y en los que no ha lugar el Bubble Shooter Adventures mientras se solicita un rescate financiero a la UE. En definitiva, una Nueva Política Confiable necesita una Comunicación Política Resonante y ésta una Política Resonante Comunicable.

Tweet (10-06-2012) de Fátima Báñez, Ministra de Empleo y Seguridad Social con la mayor tasa de desempleo de Europa. Después, eliminación del mensaje y justificación en forma de «travesura infantil». Ni rastro de una disculpa (Fuente: www.noticiasdenavarra.com 10-06-2012).

Este artículo ha sido publicado en la Revista NUEVA POLÍTICA.net (Vol. 2, Edición Núm. 14, Págs. 60-61, ISSN 2256-3172) editada por la Escuela de Gobierno Tomás Moro (www.nuevapolitica.net).

DOCTOR... ¿HAY ALGO PARA EL TALENTO POLÍTICO?


Una anécdota atribuida a Juan Ramón Jiménez explica que un joven poeta quiso compartirle un romance dedicado a su amada. Tras declamar una primera estrofa de dudosa calidad, el maestro, apesumbrado, preguntó: «Pero buen hombre, ¿qué necesidad tenía de escribir esto?». Un nutrido y creciente elenco de disidentes de la competencia política generan hoy una reacción similar entre la ciudadanía: «¿Qué necesidad tiene usted de hacer política?». Demoscópicamente, lo político es problema, no solución. Desarrollando el talento político disponible, el factor humano en Política es la variable que más y mejor puede coadyuvar a revertir esta situación. Probablemente, el actor político no sea tan bueno como piensa, pero pueda ser mejor de lo que cree. ¿Cuál es el factor diferencial del político confiable que logra resultados excelentes? La Competencia Política, su competencia política individual. Para las primeras 500 empresas de Fortune, el talento de sus personas es la variable que más correlaciona con su rendimiento corporativo. ¿Es la Política una actividad ajena a esta realidad? Si cree que sí, éste no es su artículo. Si cree que no, encontrará en él una solución: BeOK© como modelo de Competencia Política para el desarrollo del Talento Político.
Si bien la Política se ejerce en un escenario normativo-institucional determinado, son las personas las que, en última instancia, desempeñan una política confiable. En el mismo ecosistema pero con actores políticos diferentes, los resultados serían posiblemente más y probablemente mejores. BeOK© es un modelo que ofrece pautas para el desarrollo del talento político individual, considerado como factor necesario, que no suficiente, para lograr un rendimiento político superior al estándar de efectividad esperado. Para ser un actor político más, la Psicología del Rendimiento Político no es necesaria. Es recomendable para ser de los mejores e imprescindible para convertirse en el mejor. El Coaching Político nos ha enseñado que cualquier actor político lo es en función de lo que hace, binomio que determina lo que obtiene. Sus resultados están determinados por sus acciones y éstas, a su vez, dependen del modo en que se observa a sí mismo (lo que es) y cómo percibe su entorno político (lo que ve, en función de cómo mira). La arquitectura de la Competencia Política integra los dominios del ser, hacer y tener que, a su vez, agrupan siete dimensiones competenciales organizadas de forma piramidal ascendente, siendo las precedentes condiciones necesarias de las posteriores.
DOMINIO DEL Ser: IDENTIDAD POLÍTICA. «Antes de hacer algo, se debe ser alguien». Goethe sitúa la base de la Competencia Política dentro del actor político, próxima a su Inteligencia Emocional. 
SABER SER: Yo Político. Todo actor político actúa en función del modelo mental que configura su Identidad Política: decide en función de cómo interpreta, formula y resuelve los problemas políticos. Como deporte de contacto, la Política se juega desde los valores integrados en esta identidad política, generadora (o no) de la imprescindible credibilidad. Honradez, honestidad y humanización (del ciudadano-elector) son los valores que proyectan ejemplaridad pública, categoría política fundamental y única manera de influir sobre las personas. ¿Impacto? La confianza derivada del comportamiento ético proyectado (haciendo bien el bien) desde una ética de la responsabilidad y no tanto desde una ética de la convicción. El corazón de la Política es la ética: el nulla politica sine ethica arangureniano. 
SABER ESTAR. Yo Político Ecológico. Siendo de contacto, la Política es un deporte de equipo: el talento del delantero marca el gol de la victoria y el del portero evita el de la derrota. Sabiendo ser, hay que saber estar en el partido político y con sus integrantes, adecuarse con plasticidad al dónde y al con quién se desarrolla la praxis política (Cultura Corporativa y Clima Organizativo del partido político). «Esos de enfrente son laboristas, sus adversarios. Sus enemigos los tiene detrás y son los nuestros». Estas palabras de Churchill a un inexperto tory ilustran que si el actor político no sabe estar, no se adaptará a los distintos contextos, medios y personas para alcanzar sus objetivos. Con ello, no podrá generar la confianza derivada de una estética del comportamiento político no disonante y no disruptivo, que evite que lo que haga hable tan alto que no se entienda lo que diga.
DOMINIO DEL Hacer: ACCIÓN POLÍTICA. Como técnica social de construcción de futuro, la Política es acción: se es actor político para hacer política. Y para hacerla es necesario querer, poder y saber desempeñarla.
QUERER HACER: Nosotros Político. Como deporte de equipo, la Política exige motivación individual y grupal. La praxis política debe constituir para el actor político una experiencia óptima que fomente su fluencia, en el sentido dado a ésta por Csíkszentmihályi: un estado de motivación intrínseca y compromiso lo suficientemente alto como para que resulte satisfactoria a pesar de sus costes. Sólo así, el actor político logrará la verdadera a-fluencia de adhesiones y la in-fluencia sobre sus grupos de interés, con-fluyendo estratégicamente con su partido político. ¿Impacto? Engagement: situación en la que un actor político emocionalmente vinculado dirige voluntariamente su esfuerzo más allá de los estándares exigidos, pasando de la implicación al compromiso. ¿Diferencia? 1 Continental Breakfast = 2 Huevos Fritos + 1 Bacon. Mientras la gallina está implicada, el cerdo está comprometido. Entonces es cuando del yo, mi, me, conmigo se pasa al nosotros, nuestro, nos, con nosotros.
PODER HACER: Toolbox Político. «Si dispusiera de ocho horas para talar un árbol, dedicaría seis a afilar mi hacha». Lincoln nos muestra que hacer una política confiable exige disponer de los recursos necesarios: el actor político debe tener para hacer (recursos) y saber poder (capacidad de Search Funding). ¿Impacto de un actor político empoderado? Un adecuado nivel de entrepreneurship, una necesaria orientación actitudinal hacia el make things happen por la que el actor político asume riesgos para identificar oportunidades de actuación política, consiguiendo con ello que la Política sea el arte de hacer posible lo necesario. La mejor forma de triunfar políticamente en el futuro es crearlo desde una gestión proactiva del presente, preparando circunstancias para la oportunidad, convirtiendo en políticamente causales episodios aparentemente casuales.
SABER HACER: Know-How Político. Como deporte de equipo, la Política requiere técnica (individual) y táctica (grupal): un savoir-faire resultado del querer aprender y enseñar. Hay dos tipos de actor político: el que se excusa por fallar y el que soluciona para acertar. Aquél se queja, éste aprende porque su mente es un paracaídas: es útil al abrirse. Aprender requiere reconocer el no saber: negar la incompetencia aleja del umbral del aprendizaje. Complementariamente, es necesaria la inversión en desarrollar el talento del actor político para capitalizar conocimientos, habilidades y destrezas. ¿Impacto? Un Capital Competencial Corporativo entendido como la suma de todas las competencias políticas individuales: las que suman y multiplican y las que restan y dividen. Aritméticamente, admite tres valores: positivo, negativo o neutro. ¿Cómo revertir valores negativos o incrementar los positivos? Formando.  
DOMINIO DEL Tener: LOGRO POLÍTICO. Esta faceta ubica la Competencia Política en un ámbito diferente a los anteriores: los logros. Correlacionando con la Inteligencia Ejecutiva del actor político, es momento de demostrar lo aprendido y coopetir políticamente aprendiendo de los resultados obtenidos.  
SABER OBTENER: Resultado Político. En la alta competición deportiva, las finales no se juegan, se ganan. Y para ganar, el conocimiento aplicado es la mayor fuente de poder personal del actor político: el 90% de su nivel de logro depende de que haga lo que sepa (no sólo lo que deba), convirtiendo sus intenciones en resultados tangibles y evitando las brechas de rendimiento. Conseguirlo depende de factores individuales y grupales. Entre los primeros, confianza en sí mismo, capacidad para abordar los Moments of Truth y expertise. Entre los segundos, confluencia de rol experimentada por el actor político y que evita el Efecto Ringelmann: si cuatro personas tiran de una cuerda, en lugar de cuadriplicar la fuerza de una persona, la duplican. ¿Impacto? Eficiencia en la obtención de resultados políticos y construcción de una Inteligencia Política Colectiva orientada hacia una Organización Política Inteligente.
SABER MANTENER: Aprendizaje Político. En cualquier deporte, el reto consiste en revalidar, no sólo en ganar. Sabiendo obtener, hay que mantener lo logrado: aprender, ingresar para progresar. Ingresar implica saber saber: el actor político debe incorporar y aplicar el nuevo aprendizaje sinergizándolo con los anteriores (2+2+2=9) y evitar un aprendizaje acumulativo que sólo añade el nuevo aprendizaje al que ya posee (2+2+2=6). Aprendiendo a aprender, el actor político progresa mediante un kaizén político innovador que logra la eficiencia mejorando hoy lo que ayer ya funcionaba bien. Viendo lo que todos ven, se trata de pensar lo que nadie piensa; ver las cosas no como son, sino como podrían ser; transformar amenazas en desafíos y dificultades en oportunidades. ¿Impacto? Una Organización Política Inteligente que metaboliza su Inteligencia Política Colectiva.
En definitiva, BeOK© re-presenta el rendimiento político para describirlo y explicarlo. ¿Objetivo? Dado que creer crea realidades favorables, pigmalionizar al actor político dotándole de nuevas guidelines de desarrollo, conducentes a nuevos resultados en el contexto de una Política No-Miedo. Dado que el fracaso es condición de logro, la autopsia del error político conduce al éxito aprendiendo a mejorar.

Este artículo ha sido publicado en CAMPAIGNS & ELECTIONS (Latin American Edition, Número Noviembre-Diciembre de 2012, Págs. 46-48, ISSN 0197-0771) editada por Political World Communications, LLC (http://www.campaignsandelections.com/magazine/latin-american-edition).


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PONENCIA GRUPO DE TRABAJO 10 (SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN, NUEVAS TECNOLOGÍAS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN) VI CONGRESO ANDALUZ DE SOCIOLOGÍA AAS-UCA


Os presentamos la ponencia con la que openKRATIA ha participado en el Grupo de Trabajo 10 (SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN, NUEVAS TECNOLOGÍAS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN) del VI Congreso Andaluz de Sociología (La Constitución de las Sociedades) celebrado en Cádiz y organizado por la AAS (Asociación Andaluza de de Sociología) y la Universidad de Cádiz. En nuestra intervención presentamos netKRATOS© como Modelo de Gestión y Desarrollo del Talento Cívico y Evaluación del Branding Político 2.0 a través de los resultados obtenidos de un estudio longitudinal (de seis meses de duración) realizado durante el presente año 2012 acerca de las herramientas utilizadas y los resultados logrados por nuestros principales líderes políticos (desde una perspectiva comparada) en el desarrollo de su Branding Político 2.0.

 

PROGRAMA BUILDING TRUST-OUT (4x5) PARA EL DESARROLLO DE LA COMPETENCIA POLÍTICA


Como aportación a la Ciencia Política Aplicada, desde openKRATIA y tomando como referencia BeOK© como Modelo de Competencia Política incorporamos a nuestra oferta formativa el Programa Building Trust-OUT [4x5]. Se trata de un programa integral de formación y desarrollo de la Competencia [de Acción] Política estructurado en 20 Key Competences transversales e integradas en un mapa competencial customizable en función del contexto organizativo en que deba implantarse y clasificado en cuatro ámbitos de actuación: Competencias PERSONALES, Competencias de ACCIÓN, Competencias de INFLUENCIA y Competencias de DIRECCIÓN. En concreto, el mapa competencial propuesto desde nuestro Programa Building Trust-OUT [4x5] es el siguiente:


Innovando no sólo en los contenidos curriculares del itinerario formativo, BeOK© también persigue innovar metodológicamente incorporando un learning object alternativo [Programa Building Trust Sport] que, mediante el análisis sistematizado de algunas de las mejores prácticas en el ámbito del Deporte de Alta Competición, permite la transferencia al Management Político de los aprendizajes derivados del Management Deportivo. En breve daremos a conocer nuestro Programa Building Trust Sport.

PONENCIA I CONGRESO INTERNACIONAL EN COMUNICACIÓN POLÍTICA Y ESTRATEGIAS DE CAMPAÑA - ALICE

Os presentamos la ponencia con la que openKRATIA ha participado en el I Congreso Internacional de Comunicación Política y Estrategias de Campaña (Comunicación Política 2.0 y Liderazgo) celebrado en la Fundación Ortega y Gasset de Madrid y organizado por ALICE (Asociación Latinoamericana de Investigadores de Campañas Electorales). En nuestra intervención presentamos BeOK como Modelo de Competencia Política e IntelKRATOS como Modelo de Liderazgo Político Facilitador.

SABER SER - ÉTICA Y MORAL PARA LA BUENA POLÍTICA

Ser competente políticamente precisa, entre otros requisitos, del SABER SER, entendido como comportamiento ético y moral. En el ejercicio de la actividad política, podemos estar de acuerdo en señalar que será ético aquel comportamiento que se sitúe en la esfera de lo que se debe hacer, virtuoso, próximo a las buenas prácticas políticas. Podemos estar también de acuerdo en señalar que será moral aquel comportamiento político que, en el entorno de la costumbre social, se sitúe en la esfera de las creencias a través de las cuáles se alcanza la bondad, ser un buen político, un político que hace lo correcto atendiendo a sus contribuciones a sus grupos sociales de referencia. Por tanto, la dimensión moral del comportamiento político incluye las reglas por las que se rige dicho comportamiento de acuerdo con nuestra sociedad y con nosotros mismos. Como sujeto de actos voluntarios y libres, el actor político puede ser moral, inmoral (contra la moral) o amoral (sin moral). A continuación, se muestra el fotomontaje que la Sra. Francisca Pol Cabrer (candidata suplente al Senado por el Partido Popular de Baleares en las pasadas elecciones generales del 20N) colgó en su muro de Facebook durante la campaña electoral. No siendo suficiente, la imagen se acompañó de la leyenda “Lo que tiene que hacer una ministra del PSOE para ganar votos”

Fotomontaje sobre Carme Chacón publicado por Francisca Pol Cabrer en Facebook

Se trata de un comportamiento político y electoral que no cabe en la buena vida política, que no pertenece a las buenas prácticas políticas. Siendo por tanto, un comportamiento no ético, es, en el mejor de los casos, amoral por cuanto querría decir que, exento de moral, no cobija ningún sistema moral dentro de sí que justifique dicho comportamiento. Antes al contrario, podría tratarse de un comportamiento inmoral por cuanto se manifiesta abiertamente contrario a la costumbre política de nuestro país, es decir, nadie cree que esto sea lo que tiene que hace un buen político durante una campaña electoral, rompe las reglas del juego, traspasa la linea roja. Prueba de ello fue su fulminante dimisión posterior como “acto de responsabilidad política”. Según las propias palabras, también en Facebook, de la Sra. Pol Cabrer: “Pido perdón a todos los miembros y simpatizantes del PSOE que puedan haberse sentido ofendidos. Quiero dejar patente que no era mi intención ofender... y que fue una manera de actuar irreflexiva y personal”. Su partido también difundió un comunicado reiterando las disculpas. 

Francisca Pol Cabrer exedil de Palma de Mallorca, exdiputada y
candidata suplente al Senado por el Partido Popular de Baleares en las pasadas elecciones generales del 20N

SABER - PREPARAR EL DISCURSO

La Competencia Política se compone de 6 dimensiones. Ahora nos ocupa la del SABER. Y de nuevo, nos centramos en sentido negativo: ilustramos qué es el saber, mostrando qué no es saber. Este vídeo nos muestra un breve estracto de la rueda de prensa del Portavoz del Gobierno posterior al Consejo de Ministros en el que se da luz verde a la nacionalización de Serge Ibaka para que pueda participar en la Selección Nacional de Baloncesto. Vemos a un José Blanco pretendiendo introducir componentes emocionales a su discurso aludiendo a unas declaraciones previas de un tal IKEA. 




Serge Jonas IBAKA Ngobila, nacido en la República del Congo y desde 2009 jugador de Oklahoma City Thunder, después de haber jugado en la Liga ACB para el Ricoh Manresa

IKEA (anteriormente Serge IBAKA) jugando para la Selección Nacional de Baloncesto, una vez obtenida su nacionalidad española y ser rebautizado por José Blanco

SABER HACER - HABLAR EN PÚBLICO

Como se ha comentado en otras entradas de este blog, la Competencia Política se estructura en torno a 6 dimensiones, entre las cuales nos centramos ahora en la referida al SABER HACER. Y nos centramos en sentido negativo: ilustramos qué es el saber hacer, mostrando qué no es saber hacer. En este vídeo vemos al Sr. Óscar López (Secretario General del PSOE de Castilla y León desde el año 2008) mostrándonos, a pocos días del 20N, su competencia para la oratoria y la improvisación del discurso político ante los medios de comunicación.

SABER ESTAR - ESTÉTICA DEL COMPORTAMIENTO


Como se ha comentado en otras entradas de este blog, la Competencia Política se estructura en torno a 6 dimensiones, entre las cuales nos centramos ahora en la referida al SABER ESTAR. Y nos centramos en sentido negativo: ilustramos qué es el saber estar, mostrando qué no es saber estar.


Leire Pajín en el transcurso de una sesión parlamentaria

José Blanco durante el Debate sobre el Estado de la Nación 2011
¿Qué sucedería si un piloto se durmiese a los mandos de un Boing 747? ¿Y si un cirujano se quedase cedido durante una intervención quirúrgica? ¿Y si un controlador aéreo cometiese la irresponsabilidad de quedarse dormido durante su jornada laboral? Y no ha sido la única vez:


José Blanco, Portavoz del Gobierno y Ministro de Fomento, durante la tercera reunión de alto nivel hispano-turca celebrada en Ankara y en la que se abordaron inversiones de multinacionales españolas en Turquía


Reacción de José Luis Rodríguez Zapatero ante el comportamiento de José Blanco