En el actual entorno caórdico de una
emergente crowdcracia (Guerrero,
2012), existen dos funciones esenciales que debe abordar cualquier líder
político facilitador:
(a) El framing
o posicionamiento estratégico del partido político conforme a su visión
ideológica, generando con ello un framework
operativo de acción política que sinergice la inercia corporativa con los
esfuerzos de sus actores políticos; y
(b) Desarrollar un pensamiento imaginactivo como herramienta básica
para conciliar las constantes necesidades de gestionar el cambio, creatividad e
innovación con las que se enfrentan actualmente los partidos políticos.
Recientemente
se ha dado a conocer IntelKRATOS© (Guerrero y Manzano, 2012a) que, como Modelo
de Liderazgo Político Facilitador, incorpora una serie de Key Competences transversales, entre las cuales se incluyen las anteriormente
citadas. Desde esta concepción del liderazgo político, se establece un roadmap managerial del dirigente político
facilitador con respecto a sus equipos de trabajo que incluye las funciones de
orientación y aprendizaje. Así pues, son competencias políticas básicas del
líder facilitador:
(a) Orientar mediante
la función de framing para ofrecer una
visión estratégica y un posicionamiento ideológico dentro del sistema de
partidos que conforma su ecosistema político; es decir y en palabras de Henry
Kissinger, «llevar del lugar en el que se está al que nunca se ha ido»; y
(b) Aprender para lograr mantener los
resultados obtenidos mediante la gestión del cambio, la creatividad y la innovación.
¿Cómo? Gestionando el conocimiento político.
Como técnica de management
político, el Knowledge Management
contribuye a la transformación del partido político en una Organización Política Inteligente aprovechando su Inteligencia Política Colectiva. Gestionar
este conocimiento político permite al líder político facilitador poder diagnosticar
escenarios políticos, detectando las causas de lo ocurrido y definiendo planes
de actuación de mejora, es decir: describiendo y explicando para alcanzar un saber hacer político adaptativo.
Desde
esta perspectiva funcional del liderazgo político facilitador, se analiza aquí el impacto que ha tenido,
sobre nuestro sistema de partidos y su escenario electoral, la adopción de una estrategia
BOS (Blue Ocean Strategy) por parte
de UPyD para innovar en valor político, como formación estratégicamente posicionada
en el centro político de nuestro espectro
ideológico, territorio electoral de
alta competencia aparente. Este objeto de estudio será abordado desde la
confluencia de la triada formada por actores, actitudes y comportamiento
político.
Concretamente, se abordan los siguientes objetos de
estudio parciales:
(a) Dos de los actores políticos clave en cualquier sistema
político democrático: partidos políticos y votantes;
(b) Sus respectivos comportamientos
políticos: por una parte y transfiriendo al Management Político los principios de
una BOS, se analiza el posicionamiento estratégico de los partidos políticos y,
por otra parte, el comportamiento decisional (cambiante) de voto del electorado
en función de su adscripción partidista; y
(c) Ya en el vértice de las actitudes políticas y desde un punto de vista
metodológico, se hará uso del Eje Izquierda-Derecha (EID) como herramienta
básica de análisis de la influencia del componente ideológico en la estructura
y dinámica de funcionamiento del sistema de partidos.
Para
responder a estas cuestiones, se combina una estrategia de investigación
secuenciada en torno a dos preguntas de investigación esenciales:
(#1) ¿Cuál
ha sido la evolución del centro político del sistema de partidos durante
nuestra consolidación democrática? Para intentar responder a esta primera
cuestión se formula la hipótesis descriptiva de trabajo consistente en plantear
que, después de dos décadas de letargo electoral, el centrismo político se ha
reactivado con la emergencia de nuevas formaciones políticas (nacionales y
autonómicas) posicionadas en el centro ideológico. Para obtener evidencias a
favor o en contra de esta hipótesis, se analizará la evolución electoral del centro político desde
1977 hasta la actualidad, comparándola con la evolución que, durante el mismo
periodo, han experimentado los Partidos de Ámbito Estatal (PAE) principales.
(#2) ¿Cómo
se ha logrado reactivar este centro político? Para responder a esta segunda cuestión, se formula una
hipótesis explicativa de trabajo consistente en plantear que UPyD se ha
posicionado estratégicamente en el centro político-ideológico del sistema de
partidos nacional mediante la formulación y ejecución de una BOS. Para tratar de obtener evidencias
a favor o en contra de esta segunda hipótesis de trabajo, nuestro análisis se
secuenciará del siguiente modo:
(a) Describir qué es y en qué consiste una BOS
y una Red Ocean Strategy (ROS);
(b) Identificar quiénes son los destinatarios electorales de una BOS,
valorando la existencia de un target electoral mixto con presencia
sustantiva de voto volátil y/o abstencionista; y
(c) Analizar cómo se articula una BOS mediante un Movimiento Estratégico innovador en valor,
la posterior delimitación de un Cuadro
Estratégico y, sobre la base de éste, la definición de una Curva de Valor Político.
Así pues, se
analizará cómo UPyD, reduciendo la distancia ideológica del voto mediante su
transversalidad ideológica, ha proyectado en su arena electoral un cuadro estratégico
basado en seis factores clave de voto que, a su vez, han dibujado una curva de
valor político altamente diferenciada con respecto a los PAE que, sin
posicionarse en el centro ideológico del EID, compiten por el territorio
electoral de centro.
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